miércoles, 30 de julio de 2014

Yo soy



"As Frankie said I did it my way"

Yo soy. Tremenda afirmación de comprensión difícil. Yo soy, obviamente, pero no sé que soy. Me mandan, me dicen, me aconsejan… Me, me, me. Y yo, como tú, sigo creyendo que todo proviene de mí, que soy yo quien decido. Pero me mandan, me dicen, me aconsejan. Y me pregunto cómo me han cambiado tantas órdenes, frases y consejos. Quizá yo soy, pero falta que el yo esté.  Quizá sea hora de empezar a estar sordo, ciego y mudo. Quizá sea hora de empezar a mandarme, a decirme, a aconsejarme. Quizá sea hora de ser. 

domingo, 20 de julio de 2014

Obituario



"Here I stand in the rain, here I stand in the cold, I been locked into get another shot in my soul"

De pequeño me gustaba ojear el periódico que mi padre traía a casa cada día. Supongo, no lo recuerdo, que me haría sentir mayor. Ojeaba unas letras que formaban otras palabras que escapaban a mi total comprensión, sin importar el tema. Política, economía o deportes, todo era lo mismo. Pero la sección que más me fascinaba, quizá por no lograr entender su pleno significado, era aquella de las esquelas. Y fue ahí donde, de pequeño, leí que un hombre había muerto a la edad de 38 años. Me golpeó, se me grabó a fuego, cayendo en la certeza que mi vida, como la de aquél anónimo, acabaría a los 38.

¿Se imaginan como es vivir así? Saber,  exactamente, la edad en la que respirará por última vez. La gente dice que viviría en un frenesí, exprimiendo cada una de las gotas de la vida sin que importase ya nada. Patrañas. No sé si es angustia, miedo o desesperación. Es mirar calendarios de años venideros para saber en qué día de la semana cae tu cumpleaños. Es vivir sintiendo que cada día que pasa, ese 38 maldito y mortal está un poco más cerca.

Tantos cumpleaños con una celebración ahogada en pena. Tantos pensamientos girando alrededor de una sola idea. Tantas pesadillas interrumpidas por un nudo en la boca del estómago… tanto tiempo esperando a que llegue el fatídico momento, y ahora que ha llegado, solo puedo echar la vista atrás y pensar en si el tiempo pasó demasiado rápido o excesivamente lento. Ya llegaron los 38, y no voy a esperar a que me maten. Para eso compré esta pistola con una única bala. ¡BAM! Qué absurdo, qué curioso. Llegaron los 38 y, como sentí al leer aquella esquela, mi vida acabó.  

martes, 15 de julio de 2014

Perdido en el espacio





"Feeling like lost in space to roam forever"

Todo estaba listo. La mar, en calma. El cielo salpicado por miles de estrellas brillantes que se mecían junto a una luna hermosa e iluminada. Y una brisa que me empujaría hasta el mañana. Navegaba océanos de tiempo, mares de años que dejaba atrás para no volver. Las olas se tragaban las huellas en la arena, borrando toda una vida vivida que ya tocaba a su fin. Nuevos horizontes a la espera.

Pero no contaba que la brisa puede convertirse en tormenta huracanada y que las brújulas pueden perderse en el abismo de las profundidades, allá donde habita lo desconocido más absoluto. Y el miedo, el miedo siempre presente. El miedo que impide zambullirte en lo más oscuro del océano y recuperarla. Allá quedó, en el estómago de alguna criatura a la que prefiero ni imaginar.

Ahora navego sin rumbo, como si estuviera perdido en el espacio, flotando a voluntad de fuerzas que no controlo, que no comprendo, que me hacen perder. Aferrado a la vida por un simple tuve que apenas me mantiene consciente mientras veo como algún planeta se interpone entre el sol y yo. Como el último ocaso de mi vida.